Dicen las malas
lenguas
Que en una tierra
bastante próxima
Habitaba una criatura
malvada
Decían que tres
cabezas poseía
Con grandes bocas que
a humanos comían
Ya fuera muertos o
aún en vida
Tenía un cuerpo de
arpía
Con un color verde
que vestía
Y un olor a
putrefacto que desprendía
Del monstruo también decían
Que la inmortalidad conseguía
Absorbiendo el alma
de la gente sin valía
Creedme, un monstruo
aterrador era
Más que la Hidra o
esa llamada Medusa
Peor que la muerte
misma
Decían que en tus
sueños aparecía
Y estos te los comía
Dejando solo oscuras
pesadillas
Unos eso pensaban
Otros simplemente
lloraban
Y luego estaban los
que luchaban
Todos acabaron en la
lapida
Todos salvo una
persona
El domador de la
bestia
Ese aquel al que un
día llamaron Poeta
Que aparece en las
sombras
Y tu alma devora
Buenas noches, y
Felices Pesadillas
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