viernes, 1 de agosto de 2014

Creador de Pesadillas

Una música fúnebre esa noche resonaba
Un réquiem mas, otra misa
Era el quinto en un día
Ahora la muerte mandaba

La gente con temor del pueblo marchó
Al cabo de una semana solo éramos dos
El fiel y misterioso enterrador
Y un humilde servidor

El sol ya no nos visitaba
Teníamos una noche eterna
Pero ni la misma luna se asomaba
Por miedo a nuestra nueva reina

En el aire quedaba un olor a podrido
La tierra ya no daba fruto alguno
Las casas se habían quebrado
Los campos antes llenos, ahora eran desiertos

No entraba luz, no entraba sombra
Estábamos olvidados de las manos divinas
Bajo la fría reina y su mirada helada
Que hasta los huesos nos penetraba

Ya nada era como en el pasado
Donde todo brillaba, el pueblo gozaba
En donde no había tormento
Y la vida era valorada

Pero ese pueblo se borró
El enterrador se ahorcó
Me lo encontré en el granero
Al lado de una botella de alcohol

Por mi parte, me fui de aquel lugar
Me hice autor de estos versos
Pero la locura me consumió
Y así dentro de mí nació
El Creador de Pesadillas

No hay comentarios:

Publicar un comentario