viernes, 8 de agosto de 2014

Pesadilla VI

En un cuarto oscuro me encontraba
Iluminado por una tenue luz de vela
Sentado en una  vieja e incomoda silla
Con mis brazos atrapados con unas manillas

Dos hombres pude reconocer
Sus caras no conseguí ver
El de la derecha me dio de beber
Al de la izquierda pude ver comer

Sabia que esos hombres no eran normales
Parecia como si tubieran alas de angeles
Eran altos como dos gigantes
Y rubustos como los arboles

Me cogieron la cara y emperazón a tirar
Sentia como la piel comenzaba a temblar
El de la derecha se sentó a mirar
Mientras el otro mi cara conseguia arrancar

Sentí como la piel iba saltando
Fue un dolor inhumano
Era como si una cascara estubieran quitando
Pero con sangre, gritos y llantos

Desde ese día viajo sin cara
De faz, una mascara
Que me acompaña para toda la vida

Recordando esa Pesadilla

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