Era una noche
tranquila
De un caluroso y
extraño verano
En la que no sabía dónde
me encontraba
E intentar saberlo
era en vano
Sé que era en un
campo
Donde vi aquella
silueta
Al lado del árbol
pelado
Rodeado de maleza
Lo vi desde el porche
de la casa
En la tumbona me
encontraba tirado
Al principio no me lo
creía
Hasta que de golpe la
sombra me miró
Empezó a avanzar
entre el trigo
Rápidamente, con una
gran pisada
Alzó su puño donde
llevaba cuchillo en mano
Me señaló y me
sentenció con su mirada
Me levanté
sobresaltado
Y empecé a correr
hacia la niebla
Una niebla densa para
ser verano
Que inocente, creí que sería mi salvavidas
La sombra aún me
seguía
Sentía detrás de mi
sus pasos
Ya no tenía esa
alegría
Con la que había
despertado
Sentía miedo, mucho
miedo
Y eché a correr más
rápido
Hasta que delante de
mí una valla
No la podía saltar,
era electrificada
La sombra se plantó
delante de mi
Y sin dudar su
cuchillo me clavó
Clavó y clavó y yo
gritaba de dolor
Hasta que mis gritos
cesaron, con ellos mi temor
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